Sencillez, honestidad y valoración de la producción local.

La cocina trabaja con ingredientes locales, producidos por pequeños productores para garantizar productos saludables de origen conocido. El restaurante quiere crear una relación transparente contigo, a través de platos auténticos, saludables y sabrosos. Valoran lo que hacen bien: la buena comida, la buena conversación y los buenos momentos.